Cada dos años nos damos el gustazo de visitar la Escuela de Cerámica de Muel. Es una gozada ver como nuestras manos son capaces de modelar el barro y hacer ARTE.
Es algo mágico. Donde solo había un montón de arcilla apilada, resulta que aparece una vasija que es más ancha. Si eso no es magia.
Y ese gustico de modelar el barro con nuestras manos... Realmente es una pasada.
Luego, ver como los artesanos crean cualquier cosa en menos que canta un gallo nos deja ojipláticos.
La visita es una delicia. Ahora solo falta que los papás lleveis a los chicos a ver el parque, la ermita, la presa, la cascada del Huerva, y el recorrido por encima del parque y ya, miel sobre hojuelas.
FOTOS DE PRIMERO FOTOS DE SEGUNDO
FOTOS DE PRIMERO FOTOS DE SEGUNDO
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